RECETA DE MILHOJAS DE FRESAS CON NATA MONTADA EN CASA CON PASTA FILO

Una revisión a un postre tradicional de primavera, las típicas fresas con nata, que actualizamos con la incorporación de la masa filo para darle un toque crujiente y convertirlo en milhoja o si lo prefieres en tartaleta o plato.

• Masa filo: 1 paquete^*1
• Nata para montar: 400 ml
• Azúcar: 75 gr. (aunque eso depende de lo dulce que quieras la nata)
• Fresas: 500 gr.
• Azúcar glass para decorar
• Chocolate para fundir: para decorar.

1. En primer lugar, sacamos la masa filo del frigo para que se atempere, pero sin abrir el envase.
2. Pondremos a precalentar el horno a 200º.
3. Mientras se precalienta, montaremos la nata que habremos tenido en la nevera previamente. Podemos hacerlo con varilla manual, pero con la eléctrica se hace en un periquete. Cuando este semimontada añadimos el azúcar poco a poco y terminamos de montarla.
4. Pasamos la nata a una manga pastelera y la reservamos en la nevera para que se compacte y no se baje.
5. Sacamos la pasta filo del envase y la extendemos, tomamos tres hojas y reservamos el resto sin que le dé mucho el aire y envuelta en el papel que traen , ya que se secan muy rápido. 
6. Cortamos las tres hojas juntas al tamaño que hayamos decidido que tenga el postre procurando que todas sean lo más iguales posible (por ejemplo, en 12 trozos si lo queremos pequeño o en 9, si nos apetece que sea algo más grande). Si necesitas más, repite la operación con otras tres hojas de pasta filo *2.
7. Ponemos nuestros bloques de pasta sobre una placa de horno, unos junto a los otros y los horneamos durante 12/15 minutos a 180º hasta que coja color y vigilando que no se quemen.
8. Finalmente, lavamos y cortamos las fresas en rodajas de 3 mm aproximadamente y reservamos. Si son pequeñas podemos también cortarlas en dos trozos transversalmente.
9. Pasado el tiempo sacamos la pasta del horno y reservamos para el montaje final.

• En un plato amplio, cuadrado o de pizarra, ponemos una base de láminas de pasta, sobre ella una capa de nata montada (sin pasarnos) y las fresas laminadas. Repetimos la operación en una segunda planta y terminamos con pasta filo.
• Espolvoreamos azúcar glass con un colador o con un utensilio para infusiones y listo.
• Podemos culminar la decoración con unas pinceladas de chocolate fundido.

• *1 La pasta filo es un tipo de masa de origen griego y muy usada en las cocinas de oriente próximo, Grecia y norte de África tanto para preparaciones saladas como dulces. Se caracteriza por ser una masa finísima que se presenta en láminas enrolladas. Podemos encontrarla en el mercado tanto en refrigerados como congelada, en paquetes de 250 o 500 gr. Cada vez cuesta menos trabajo encontrarla en pequeños supermercados, incluso hay de marca blanca. Si quieres asegurarte puedes ir a grandes superficies y supermercados de cadena, cooperativas de hostelería y tiendas especializadas.
• *2 Se necesitan tres bloques de tres hojas de pasta brick por postre si lo hacemos tipo milhoja como se aprecia en las fotos.
• Si prefieres hacerlo en formato tartaleta deberás disponer de un molde metálico de magdalenas, de quiches individuales o similar e introducir tres hojas de masa filo en cada uno, hornear como hemos visto más arriba y, finalmente, incorporar una capa de fresas cortadas en cuadraditos pequeños, una capa de nata montada, una nueva capa de fresas en rodajas o trozo más vistoso y puedes rematar con unos puntos de nata.

• Tenemos aquí una receta clásica revisada como son las típicas fresas con nata, así que qué mejor forma de ambientarla que con una revisión de un clásico. Os dejo con un clásico como Hallelujah de Leonard Cohen revisado de la mano de Daniel Martin Moore  y Apollo Chorus of Chicago y que forma parte de la banda sonora de la serie de Netflix Sense8.